OPINIÓN: El grito silenciado del taekwondo puertorriqueño

 Por: Jimmy Martínez Pou

Ian Belén, atleta de IDS TAEKWONDO ACADEMY practicando en el área de combate. Foto tomada por Jimmy Martínez/The SpotLight

En Puerto Rico, el taekwondo ha demostrado ser mucho más que un arte marcial o un deporte de combate. En academias como IDS Taekwondo Academy en Dorado, se ha convertido en un espacio de transformación emocional, liderazgo y desarrollo personal, especialmente para niños y jóvenes. Sin embargo, a pesar de los evidentes beneficios, esta disciplina continúa en las sombras del escenario mediático local, casi invisible frente a deportes más populares como el béisbol, baloncesto o boxeo.

Estudios internacionales respaldan su impacto. Una investigación publicada por Frontiers in Psychology en 2021 confirma que la práctica del taekwondo puede fortalecer el autocontrol, reducir la agresión impulsiva y mejorar el bienestar emocional en jóvenes (Frontiers, 2021). A nivel local, el testimonio de estudiantes es prueba viva de esta transformación. Kiara Ponce cuenta que cuando comenzó en el taekwondo era muy insegura, no hablaba ni alzaba la voz, pero que las reglas del deporte la obligaron a soltarse, a gritar, y eso le ayudó a construir su confianza. Por su parte, Camila Santos explica que ha podido desarrollar liderazgo al convertirse en asistente del profesor, y que socialmente se ha visto beneficiada gracias al rol activo que desempeña en su academia.

Aun así, estos logros rara vez llegan al público general. Como lo expresó Ian Belén, también atleta de IDS, “el taekwondo no es un deporte famoso, y lamentablemente nos tenemos que acostumbrar a eso”. Ese silencio tiene consecuencias. Según un estudio de la Universidad de Surrey, practicar artes marciales como el taekwondo también tiene beneficios académicos y terapéuticos importantes para estudiantes con dificultades de aprendizaje o desarrollo (University of Surrey, 2022). Sin embargo, mientras el deporte siga excluido de los titulares y sin presencia sostenida en los medios, menos personas se beneficiarán de su potencial. La invisibilidad mediática desanima a los atletas actuales, dificulta atraer nuevos participantes y limita el apoyo institucional.

La solución a este problema no requiere una revolución, sino estrategias conscientes y colaborativas. Las academias y federaciones pueden trabajar junto a estudiantes de comunicación o creadores de contenido para humanizar el deporte a través de redes sociales y medios comunitarios. El Departamento de Educación podría integrarlo a sus programas extracurriculares como herramienta de desarrollo socioemocional. A nivel universitario, medios estudiantiles y la LAI podrían cubrir más activamente sus competencias, destacando a atletas como Camila, quien afirma que la falta de visibilidad en la liga afecta la motivación de los mismos equipos. Al mismo tiempo, las instituciones deportivas del país deben reevaluar cómo se distribuyen los recursos y qué deportes reciben verdadera proyección.

El taekwondo en Puerto Rico no necesita ser reinventado, necesita ser escuchado. El kihap, ese grito potente que acompaña cada movimiento, simboliza más que fuerza física: representa el despertar interior de miles de jóvenes que han encontrado en este arte una voz que antes no tenían. Y esa voz no debe quedarse encerrada en un dojang. La pregunta ya no es si el taekwondo merece visibilidad. La pregunta es: ¿cuánto más podemos ganar como sociedad si se la damos?

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